PARECE FUERA de discusión que la
red electrónica de redes, Internet, se
está convirtiendo en una
herramienta poderosísima para el
intercambio de información de todo
tipo entre los ciudadanos y
ciudadanas del mundo. Está
modificando hábitos seculares de
transmisión, intercambio y
producción de mensajes entre
personas, grupos, instituciones y
corporaciones. A medida que se va
construyendo este nuevo tejido de
intercambios simbólicos aparecen
nuevas posibilidades y nuevos
riesgos e incertidumbres.
Internet es una valiosa y expansiva
red de información, cuyo contenido
no está regulado y que mezcla, sin
orden ni concierto, verdades, medias
verdades y engaños. Junto con
información valiosa, también incluye
oleadas de páginas pornográficas,
violencia y material políticamente
peligroso, que surge a menudo de
forma inesperada, sin previo aviso.
Por otra parte cabe destacar que el
atractivo irresistible que algunas
personas experimentan al usar
Internet se ha descrito a menudo
como una poderosa adicción. Con
frecuencia se presenta la imagen de
jóvenes que pasan muchas horas
ante el ordenador perdiendo el
sentido de la `realidad`,
descuidando otros aspectos de sus
vidas y rutinas ënormalesí tales como
comer y dormir. Esto se refiere
especialmente a aquellos que
participan en juegos en red y salas
de chat, y a los que se describe como
viviendo en un mundo de fantasía
donde adoptan nuevas identidades y
exploran aspectos de sí mismos en
relación con los demás.
A partir de los hallazgos de las
investigaciones realizadas en el
ámbito nacional e internacional,
puede afirmarse a grandes rasgos
que el profesorado, en nuestro caso
el docente andaluz en particular y
español, en general, se muestra
inseguro y desorientado sobre las
posibilidades, riesgos y limitaciones
de las Tecnologías de la Información
y de la Comunicación (TIC), y en
particular de Internet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario